Establecer un procedimiento claro y transparente para abordar situaciones de agresión verbal o escrita, por medios digitales, de un apoderado hacia un funcionario, garantizando el respeto de los derechos y promoviendo un ambiente escolar seguro y respetuoso.

Cubre agresiones verbales y/o escritas realizadas mediante mensajes, correos electrónicos, redes sociales u otros medios tecnológicos, dirigidas por apoderados a cualquier funcionario de la escuela.

Identificar la agresión, recopilar evidencias digitales, informar al funcionario afectado, y solicitar la intervención del encargado de convivencia escolar o del equipo directivo.

Dependiendo de la gravedad, las sanciones pueden ir desde una amonestación, restricciones de comunicación con el funcionario afectado, hasta la pérdida de la calidad de apoderado.

Capacitaciones periódicas sobre el uso responsable de la tecnología y el respeto en la comunicación digital, además de promover una cultura de respeto y diálogo en la comunidad educativa.

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