Establecer procedimientos claros para prevenir, abordar y resolver situaciones de agresión entre apoderados dentro del establecimiento, promoviendo el respeto y la convivencia pacífica.
Se aplica a casos de violencia física, verbal, psicológica o social entre apoderados, ocurridos dentro del colegio o en actividades organizadas por la institución.
Debe intervenir para calmar la situación y, si esta persiste, solicitar apoyo inmediato del personal del establecimiento.
Se llama a Carabineros, se cita a los involucrados, y si se comprueba responsabilidad, se puede exigir disculpas, prohibir el ingreso al colegio, o incluso cambiar al apoderado titular por otro adulto responsable.
Jornadas de reflexión, talleres sobre resolución pacífica de conflictos y campañas educativas para fomentar el respeto y la buena convivencia entre los miembros de la comunidad educativa.
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