Garantizar una respuesta rápida, segura y adecuada ante una situación de descompensación de salud de un estudiante dentro del establecimiento, protegiendo su bienestar y respetando las normativas vigentes.

Primero, quien detecte los síntomas debe informar de inmediato al docente o asistente de educación más cercano. Luego, el personal verifica la situación y decide si es necesaria una intervención urgente.

Incluiría brindar primeros auxilios si el personal está capacitado, trasladar al estudiante a un lugar seguro como la enfermería, y notificar de inmediato a los apoderados o tutores legales.

Se debe contactar al SAMU al número 131 y un miembro del personal debe acompañar al estudiante mientras llega la ayuda, manteniéndose en comunicación con los apoderados.

Se documenta el hecho en el libro de actas, se realiza una reunión con los apoderados para coordinar medidas futuras, y se evalúa la efectividad del protocolo para hacer ajustes si es necesario.

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