Proteger la seguridad de estudiantes, funcionarios y apoderados ante situaciones de violencia en las cercanías del establecimiento.
A toda la comunidad educativa, incluyendo estudiantes, docentes, asistentes de la educación y personal administrativo.
Se debe avisar inmediatamente a la dirección del colegio, refugiar a la comunidad en zonas seguras, contactar a Carabineros (133) y mantener la calma.
Incluye la capacitación de funcionarios, la comunicación del protocolo a estudiantes y apoderados, y la identificación de zonas seguras dentro del colegio.
Se debe evaluar el estado físico y emocional de los afectados, registrar el incidente e informar a las autoridades, y brindar apoyo psicológico si es necesario.
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