Garantizar un ambiente educativo seguro y respetuoso, protegiendo los derechos de los estudiantes y estableciendo procedimientos claros frente a casos de agresión por parte de funcionarios escolares.

Respeto y dignidad hacia los estudiantes, confidencialidad de la información, y la no retribución contra quienes denuncien.

Puede ser realizada por el estudiante, sus padres/tutores o testigos al director o encargado de convivencia escolar, completando un formulario oficial con los detalles del incidente.

Se forma un comité investigador, se recopilan evidencias mediante entrevistas y revisión de registros, y se protege al estudiante del contacto con el funcionario acusado, quien puede ser suspendido preventivamente.

El comité entrega un informe final al director, quien decide las sanciones según la gravedad del caso. Además, se brinda apoyo psicológico al estudiante y se informa a los apoderados sobre las acciones tomadas.

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